
No sé si se advierte el gran cartel de "RIESGO choque eléctrico" del fondo... Debí suponer... debí haber estado atenta a las señales que se me dieron al entrar a ese restaurante en el barrio chino: "Todos contentos"... Bueno... les digo, nadie estuvo contento esa noche!
Disfrutaba de mi arroz con curri... chop mai, chop vai, bangla desh, no sé el nombre, a decir verdad el nombre no importa, igual todo parecía comestible y nada se movía por su propia voluntad... pero tuve que curiosear en esa azucarera que había a un costado de la mesa. "Chimichurri" me dije... y mis compañeras confirmaron: "Chimichurri japonés". Y le sampé la cucharada arriba de los arroces.
Pueden afirmar las personas que alguna vez me han visto comer, cuanto aprecio el sabor de una buena pimienta y/o todo lo que pique... pero no, nada en la vida me preparó para el dolor indescriptible que sentí cuando probé ESO. Eso que para mi desgracia no era chimichurri criollo, ni siquiera japonés, era la maldad personificada en una salsa. Y les digo, las burbujitas de mi pepsi no ayudaron en lo más mínimo! Eran como pequeñísimos Hiroshimas en mi boca. Entonces le dí al agua de la Chani... y al té rojo de la Pili (ah.. lo del té rojo en un restaurante chino es una gran mentira, es Taragüí medio concentrado) y no había pan!!! Porque no hay pan!!!?? Un bollo de pan suavecito para masticar!!!
Entonces imaginé toda la situación en la cocina: el camarero que me espiaba gritando una frase incoherente para mi entender y una gran carcajada de cocineros, camareros, personal de limpieza, cajera, monos en jaulas, chico del delivery y de algunos clientes habitué...
Me sentí una víctima. Todos confabulados, esperando, al acecho del próximo incauto. Mi único crimen fue tener un paladar insípido, y lo tuve que pagar con una urticaria y un resentimiento de estómago que me provocó la gastroenteritis que me dio por comer tacos a la semana siguiente... Bueno, quien iba a decir que a los tacos no había que echarles picante! ¡¿Dónde está el sentimiento mexicano entonces?!
Por eso, presten atención a las señales que da la vida, horóscopos, gitanas, videntes circunstanciales, galletitas de la suerte, sueños premonitorios... nunca están de más.
Ah y no vayan a "Todos contentos" el menú es caro.
1 comentario:
ajajaj nunca voy a olvidar la secuencia de marian frente a mi llevando esa cuchara infernal a sus fauces... esta mas grabada que el cochecito de bebe cayendose por la escalera o la de marilyn monroe bailando de blanco sobre la alcantarilla...
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